Posteado en A VOS CIUDAD el 22 de julio de 2008.
El viernes 18 de julio se realizó la inauguración de la XXXVIII Fiesta Nacional e Internacional del Poncho. Fue una ceremonia emotiva que culminó con el cielo iluminado por los fuegos artificiales. La luna aparecía en ese momento brillando como nunca detrás de los cerros. Hasta el viento se detuvo. Fue mágico. Y en ese momento, a muchos de los que estábamos presentes, nos embargó una gran emoción recordando cómo se organizaban las fiestas anteriores en espacios físicos no aptos para tal acontecimiento.
Más allá de las críticas, hay que reconocer que la obra está casi concluida (faltan un auditorio y obras menores). El Predio Ferial Norte es una realidad y ahora debemos comenzar a pensar lo que se viene.
Tenemos la oportunidad (sobre todo la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca) de generar actividades que permitan contar con un calendario de exposiciones, congresos y ferias a nivel nacional e internacional. En este predio se pueden organizar infinidad de eventos como pretexto para convocar turistas de la región. Debería estar administrado por un Ente público-privado, con una gerencia que lo gestione y que prevea las oportunidades de negocios que pueden realizarse allí. Hay que “hacerlo trabajar” sin descanso. Aquí tiene que comprometerse la Cámara de Turismo de Catamarca
Urgente, un hotel, por favor…
Pero si esta gerencia del predio comienza a trazar las actividades que se llevarán a cabo durante un año, se encontrarán con un problema: no hay suficientes en la ciudad para alojar turistas. Según datos del Instituto Municipal de Turismo de la ciudad capital, las plazas hoteleras varían entre 2.000 y 2.300 aproximadamente, dependiendo de algunas estacionarias. Es muy poco.
Por lo tanto, la ciudad de Catamarca necesita urgentemente un hotel cinco estrellas de jerarquía internacional. Ya lo dicen en voz baja los políticos y dirigentes locales. Lamentablemente, todavía no se animan a enfrentar instituciones “precámbricas” y “holgazanas” del medio. No negamos que es saludable para el corazón dormir la siesta… pero media hora está bien y no cuatro…
Tenemos que aprender de Cafayate. ¡Tenemos que ponernos a trabajar! ¡Hay que inventar situaciones, escenarios emprendedores, usar la creatividad! En aquella ciudad salteña de los Valles Calchaquíes, se instaló hace unos años en una bodega, un hotel de una cadena internacional. Los empresarios locales “pusieron el grito en el cielo” cuando se supo que esto sucedería. Dijeron que era la muerte de los hoteleros del lugar y vaticinaban un futuro sombrío. Sin embrago, si hoy una persona le pregunta a cualquier hotelero de allí qué opina después de varios años de instalado este hotel cinco estrellas y nos dice con mucho optimismo, que es lo mejor que le podría haber pasado a Cafayate.
¡Claro! Este hotel internacional cuando realiza campañas de promoción para atraer turistas a sus instalaciones ya sea por los medios escritos, radiales, televisivos y en la web, siempre dice “Cafayate”. ¿Quién no quiere ir a ese sitio si hay un hotel de esa envergadura? Cuentan los empresarios hoteleros y gastronómicos del lugar que ahora reciben más turistas. El hotel cinco estrellas “les hace publicidad” y esto permitió que se abrieran más alojamientos aún, emprendimientos éstos de los vecinos.
Volviendo a Catamarca y contemplando el predio durante la Fiesta del Poncho o la Expolivo (por citar dos exposiciones ya consolidadas) es obvio señalar que la ciudad necesita urgentemente un hotel de esa jerarquía. En el sector norte la Municipalidad tiene previstos terrenos para la instalación de edificios con programas turísticos. Allí podría ubicarse un hotel con las características mencionadas.
El gobernador de la provincia tendría que convocar personalmente a empresarios de alguna de estas cadenas y proponerles algún beneficio para su instalación. Los empresarios locales se verían incentivados con esta iniciativa. No hay que tener miedo. Con el tiempo comprobarán que será beneficioso para Catamarca. Hay turismo para todos los niveles económicos.
También es cierto que hay que incentivar y potenciar otros tipos de alojamiento alternativos para el turista como los hostels (muy frecuentados por un turismo joven y “descontracturado”) y las casas de familia. Y aquí hay que detenerse un poco, ya que no es un tema menor. Hoy en día el turista va a un lugar “para vivir experiencias”. Seguramente habrá mucha gente que quiera alojarse en una ciudad que tiene como originalidad, este sistema de hotelería. Un turista que pueda estar cerca de las montañas y de un rico patrimonio arquitectónico todavía en pie. El Estado debería encarar un proyecto en este sentido. Anfitriones-emprendedores que reciban en sus casas a los visitantes, que les sirvan el desayuno, que los guíen, aconsejen y cuenten sobre la ciudad, que les sirvan las comidas típicas de nuestra tierra, que los hagan participar de las experiencias que nosotros vivimos a diario en esta ciudad.
Como verán, con este último ejemplo queremos decir que no hay que asustarse. La instalación de un gran hotel con características internacionales puede ir acompañado de otra iniciativa “micro”. El Estado debería, inclusive, subsidiar a estos últimos, ya que esto generará empleo.
Un hotel internacional, más hoteles, más hospedajes alternativos, más casas de familias anfitrionas y un predio ferial gerenciado que invente eventos, redundará en una mayor actividad económica.
Coincidíamos los otros días con Antonio Torrejón (el padre de la Patagonia Turística) quien visitó Catamarca días pasados, que en turismo no se habla de política partidaria ni de religión, se habla de cómo puede la gente desarrollarse con esta actividad como un estilo de vida… y ser feliz.
Señor gobernador, señor intendente, es muy fácil: hay que convocar a una de estas cadenas, por el futuro turístico de Catamarca. Los empresarios del sector en unos años se lo agradecerán y los recordarán con mucho respeto.