Solo recuerdo claramente el piso blanco y negro del comedor donde transcurrieron las cosas más importantes de nuestra vida familiar. En una de las casas que viví había un cuarto para los zapatos, en el cual una vez escribí: «En el cuarto de los zapatos conviven ordenadamente las diferentes posibilidades de ser…»
Esto lo escribió la arquitecta Adriana Ruzo. Ella está exponiendo en el Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela, de la ciudad de Catamarca, la muestra «Incontables y finitas»