En el mes de mayo pasado participaron del taller “Buenos Anfitriones Turísticos” funcionarios y concejales de la Municipalidad y del Concejo Deliberante de la ciudad de SFVC, con el Intendente a la cabeza y dirigentes de las instituciones que agrupan a los empresarios del turismo local.
Desde hacía casi dos meses se venía dictando este taller a estudiantes del polimodal, taxistas y ahora se incorporó el personal que trabaja en bares, restoranes y hoteles. El objetivo es extenderlo a estudiantes de otros niveles educativos y además a agentes de tránsito y playeros de estaciones de servicio, entre otros.
La idea surge después de los comentarios vertidos en esta columna sobre el trabajo de concientización turística que llevaron a cabo en la ciudad de Curitiba y que convirtieron a ésta, en un ejemplo turístico de América del Sur.
Las personas que participan del taller comienzan contando sus vivencias como turistas. Esto se convierte en el detonante para reflexionar durante casi dos horas –con un corte en el medio para tomar un café– sobre cómo podemos transformarnos en anfitriones turísticos de nuestra ciudad.
En esta ocasión los dirigentes, además de hacer el taller en su totalidad, escucharon la grabación de testimonios de otros participantes, compartieron las anécdotas de dos taxistas que contaron qué opinan los turistas cuando se van de nuestra ciudad camino al aeropuerto o la terminal de ómnibus y vieron en imágenes a la gente que concurre a los talleres. Pudieron comprobar las expresiones en las caras de las personas cuando entran y cuando salen del taller. Claro está que cambian las mismas, ya que demuestran alegría y satisfacción al ver la ciudad con otros ojos.
Y es que ahí está el secreto de la concientización en nuestra ciudad. Aprender a ver, a mirar el paisaje natural y cultural que tenemos. Muchos vecinos se trasladan por la ciudad sin saber que contamos con una hermosa geografía y un valioso patrimonio arquitectónico. No en vano la ciudad de Catamarca cuenta con dos slogans para promocionarla y que sirven para comenzar este ejercicio de observación.
El primero, “Capital de Montaña” nos está diciendo a gritos, que contamos con un telón de fondo que cambia de color y textura a lo largo del día y en las cuatro estaciones del año. SFVC no sería la misma sin sus montañas. Estas montañas que admiró el arquitecto italiano Luís Caravati, al momento de “hacer ciudad”
El segundo, “San Fernando del Valle de Catamarca, una ciudad con nombre español y apellido indígena” nos habla de la fusión entre lo español (con los conquistadores que llegaron a nuestra tierra) y lo originario. Una muestra de esta fusión es la Virgen del Valle. También lo son, nuestro escudo y la bandera de la ciudad.
Además de comprender todo lo que encierran estos dos slogans, la gente que participa del taller comprende la importancia de Caravati en la ciudad. Cómo este arquitecto, a fines del siglo XIX, transforma una aldea pobre en una “ciudad moderna” admirada por los viajeros.
Los vecinos pueden usar mejor determinados recursos con los que contamos para informar al turista y también aprender. Un ejemplo es la cartelería urbana que se encuentra en las fachadas de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Los carteles, agradables por su proporción, nos brindan los datos necesarios y una fotografía de época, que nos permite comprender cómo era nuestra ciudad.
Buena señal
La idea que concurran al taller “Buenos Anfitriones” los funcionarios y empresarios turísticos, surge de éstos últimos. Habla bien de la necesidad de producir un cambio de mentalidad en el medio y que las decisiones en materia turística en la ciudad pasan por el consenso, en base al diálogo entre las partes, en el seno del Consejo Asesor de Turismo, órgano clave para incentivar el desarrollo turístico.
Siempre se habla de las tres patas que sostienen la mesa del desarrollo turístico de una ciudad: inversión–promoción–concientización. Mientras se trabaja en las dos primeras, no debemos olvidar jamás en realizar un trabajo sistemático de calidad a lo largo del tiempo en la tercera pata. Esto nos va a permitir lograr que los vecinos comprendan que nuestra felicidad estará en el desarrollo como personas, valiéndonos también del turismo. Una ciudad como la nuestra tiene todas las potencialidades para conseguirlo. Está en la gente, que pueda entenderlo y buscar los caminos para ser emprendedores de la actividad.
La ciudad es como un organismo vivo y es el invento más maravilloso del hombre y si no veamos lo que hicieron posible nuestros ancestros. Quien no ama a su ciudad no será feliz en ningún lugar del mundo.
El turismo es un acto vivencial. El turista va a un lugar a vivir experiencias y a participar. El turista que nos visita ¿por qué no va a querer participar de las mismas experiencias que vivimos nosotros? Para esto, debemos conocer lo que no conocemos y que no nos damos cuenta. Por tal motivo, debemos comenzar con los dirigentes.
Por último, quiero concluir con la reflexión de un amigo enviada a través de un mensaje de texto, al momento de finalizar el taller, que lo sinteriza todo: “creo que lograron el objetivo: esa gente los oyó…”
Un comentario en “Dirigentes anfitriones”