El martes 24 de septiembre, en el hall de la Escuela de Arquitectura, se leyó ante los estudiantes y docentes presentes, el MANIFIESTO LIMINAR DE LA REFORMA UNIVERSITARIA DEL 18. Sus primeras palabras todavía resuenan en nuestras mentes:
“Hombres de una República libre, acabamos de romper Ia última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a Ia antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto Ilamar a todas Ias cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país con una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son Ias libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, Ias resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”.
Mientras tanto, embargados por una profunda emoción, pensábamos que, si no fuera porque dice la palabra “Córdoba”, bien podría leerse “La Rioja”.
En la Universidad Nacional de La Rioja, a 95 años de aquel grito de libertad, estamos viviendo una historia similar, casi “de manual”: un gobierno universitario conservador asfixiaba nuestra vida académica. La matriz conservadora del Proceso de Reorganización Nacional de la peor dictadura que tuvo nuestro país, esta todavía presente en algunos sectores de nuestra sociedad en pleno 2013. Aquel manifiesto, nos honra como universitarios.
Desde la primera marcha de los ciudadanos de La Rioja, pasando por la “sentada” de Arquitectura, la toma del rectorado, la incorporación a la lucha de los estudiantes de medicina, la conformación de la Asamblea Soberana, la toma de todo el predio por todos los estudiantes, hasta la última marcha multitudinaria en la plaza, siempre estuvo el convencimiento de no seguir paralizados por el miedo.
Llegó la renuncia tan esperada, pero no así la de “sus colaboradores”. Comprendimos que era una maniobra más para seguir controlándolo todo como si fuera un feudo. Pensaron que pueden subestimarnos hasta el hartazgo haciéndonos creer que ahora si “van a cambiar”. Entonces, deben enterarse que el mandato social es claro: VAYANSE DE UNA VEZ POR TODAS!
Los estudiantes y docentes de la UNLaR queremos que venga un Fiscalizador que, (controlado por la ASAMBLEA SOBERANA) normalice nuestra universidad. Necesitamos un nuevo Estatuto que, entre otros puntos, le quite poder económico al próximo rector, cree facultades con presupuesto propio, permita concursar todas las cátedras para que no exista una lista única para las próximas elecciones.
A partir de este desafío, podremos investigar para crear conocimiento, trabajar en extensión con la comunidad y hacer docencia con alto nivel académico.
A LOS QUE TIENEN LA OBLIGACIÓN MORAL, ÉTICA Y ESTÉTICA DE RENUNCIAR, LES PEDIMOS QUE LO HAGAN Y PERMITAN UNA REFUNDACIÓN DE LA UNLaR, QUE POSIBILITE CREAR CONOCIMIENTO PARA UNA SOCIEDAD QUE LO NECESITA.
MGTER. ARQ. BASILIO BOMCZUK
PROFESOR UNIVERSITARIO
Concuerdo en un todo con esta lucha, mi hija es aestudiante en la Unlar, y apotamos todo lo que hacen. Adelante, que somos muchos.
Con gran alegría y entusiasmo envío mi reconocimiento a los protagonistas de este momento fundante. Que modificará no solo la UNLAR sino también la Sociedad Riojana toda. De esta experiencia no se vuelve, solo queda caminar hacia el horizonte de un futuro mejor. Profundizando el Conocimiento que permita construir igualdad, libertad y solidaridad en nuestras sociedades. Manteniendo las banderas, universitarias, republicanas y democráticas